Rey de la Moto te lanza a una línea delgadísima de velocidad y nervios. Pistas en zigzag interminables se despliegan en olas, las curvas se suceden rápidamente, y tú las atraviesas solo por reflejos. Falla por un pelo y estarás fuera de la pista. Acierta el ángulo y la carrera es pura melodía. Persigue la distancia. Acumula puntos. Mete caballitos resbaladizos y giros rápidos entre las curvas para elevar el contador, pero cuidado, el asfalto no perdona. El ritmo lo es todo aquí: afina la línea, acelera el paso, realiza un truco en medio de una curva, y luego recupérate al recorrerla. Cada giro es una pequeña pelea de jefes. Un giro más. Un salvamento más. El flujo se intensifica, el zumbido de la moto sube de tono, y de repente, solo eres tú, la pista, y un número que se niega a dejar de subir. Juega ahora y demuestra que eres el verdadero Rey de la Moto.