10x10 Rellena la cuadrícula: tablero pequeño, gran tensión. Diez por diez, ese es tu terreno. Un rompecabezas limpio y colorido que parece acogedor, pero de repente se vuelve una trampa. Colocas bloques de diferentes tamaños en el tablero, juntas filas o columnas completas, la línea desaparece y la puntuación sube. No puedes girar las piezas, así que cada esquina cuenta y la gestión del espacio se convierte en todo un juego mental. Una colocación codiciosa y los últimos tres bloques se ríen de ti; he visto innumerables partidas desvanecerse en el último movimiento, incluida la mía. Es la clásica vibra de Tetris, pero sin la caída. Sin reloj, solo pura presión. Partida tras partida se vuelve un ritmo: encuentra los espacios, limpia silenciosamente, mantén el tablero "respirando". En la superficie es apto para toda la familia, pero por debajo es astuto sin piedad. No te dejes engañar por su pequeño tamaño, esta cosa devora tiempo y alimenta el picor del "una vez más". Es una competencia de puntajes altos con estallidos nítidos y limpiezas satisfactorias, perfecta para descansos rápidos o maratones nocturnos. Dale a Jugar e intenta superar mi puntuación.